Están situados en la Plaça de la Font, uno de los espacios centrales de la población. Constan de dos grandes cubas de piedra con el borde inclinado para facilitar la limpieza de ropa. Fueron construidos en 1912 y su importancia no es solo práctica, sino que además ejerció desde siempre una fuerte función de cohesión social y punto de encuentro donde las mujeres compartían su vida de manera habitual. Además, todavía son usados por los habitantes en la actualidad.
Se halla sobre una pequeña elevación de 90 mts sobre la población, en el antiguo camino de Serratella, a un kilómetro y medio de la Plaça de la Font. Se construyó por iniciativa de Bernart Fort (1350-1425), hijo del pueblo, deán de la catedral de Segorbe y consejero del Papa Luna, al no lograr autorización para fundar una capilla en Albocàsser. En 1409 el propio Benedicto XIII concedió indulgencias a sus visitantes.
El templo es un venerable edificio de muros blanqueados salvo en la fachada, donde se ha dejado la piedra a la vista. Tiene adjunta hospedería con un pequeño patio de arcos apuntados. La espadaña se alza sobre un alero, con campana y veleta. Posee dos entradas, ambas en arcos apuntados: la principal se abre a los pies, con herrajes antiguos y ventana abocinada sobre ella, mientras que la otra -actualmente tapiada- se halla en el lado de la epístola.
El interior es rectangular con una sola nave sin altares laterales, dividida en tres tramos por arcos apuntados de piedra que apoyan sobre pilastras. Esta nave se cubre con techo plano de madera apoyado en ménsulas de piedra mientras que el presbiterio, separado por arco triunfal, exhibe bóveda de crucería.
Esta ermita albergaba un magnífico atribuido a Marzal de Sax o a Jaume Mateu y Antoni Peris y datado de 1415, que ahora se encuentra en la iglesia parroquial. El que existe en la capilla es una reproducción parcial.
Su festividad se celebra el 18 de diciembre y es tradición que las mujeres embarazadas visiten la ermita para rogar por un feliz alumbramiento.
Para acceder al pié del monumento es necesario realizar un corto desvío a la derecha de la vía de la ruta, desde la que se ve la torre.
Su nombre real es la torre de l’Alfasar, pero se la conoce como de la «Falsà». Situada muy cerca del núcleo urbano, se concibió inicialmente como elemento defensivo de una masía, práctica común en los siglos XV-XVI. Sobre el dintel de su entrada está firmada la fecha y autoría de su construcción (1584, por el notario Joan Miquel). La torre tiene una planta cuadrada con muros de mampostería y reforzada con sillares en las esquinas. Tiene una altura de dos pisos más la planta baja, y sobre la cubierta se divide en una parte llana de teja y otra la cubierta hay una parte llana y otra de almenas.