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Un paseo por la historia de Albocàsser
Se trata de un recorrido muy sencillo que explora los tesoros del patrimonio de la población, y que sirve para recorrer asimismo varios rincones pintorescos y singulares. Comenzaremos la ruta en la Plaça de la Font, desde los lavaderos de la población. Atravesaremos el casco antiguo a través de la característica Calle Mayor, hasta sobrepasar el Ayuntamiento y alcanzar la Iglesia de la Asunción. Desde allí nos internaremos en varias callejas interesantes para descubrir elementos singulares como la Torre de la Fonteta o el Ermita del Calvario. Acto seguido saldremos de la población para conocer la Ermita de San Pedro, tras lo cual retornaremos hasta la ermita de los santos Juanes, joya del siglo XIII. desde allí terminaremos nuestro recorrido con un breve trayecto de 3 kms en coche hasta el Ermitorio de Sant Pau, monumental conjunto patrimonial que invita al descanso y a la reflexión y donde terminamos este agradable recorrido.
Distancia: 1,5 km a pie más 3,1 km en coche
Tiempo: 45 minutos
Desnivel: 0 mts
Dificultad: fácil
Lavaderos
Están situados en la Plaça de la Font, uno de los espacios centrales de la población. Constan de dos grandes cubas de piedra con el borde inclinado para facilitar la limpieza de ropa. Fueron construidos en 1912 y su importancia no es solo práctica, sino que además ejerció desde siempre una fuerte función de cohesión social y punto de encuentro donde las mujeres compartían su vida de manera habitual. Además, todavía son usados por los habitantes en la actualidad.
Iglesia de la Asunción
La iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción es el templo parroquial de Albocácer, situada en la plaza Mayor, donde se sitúa también el Ayuntamiento. Se trata de un templo de severo barroco de finales del siglo XVII que sustituyó al primitivo templo gótico y que consta de tres naves sin crucero y capillas laterales, con bóvedas de medio cañón con lunetos.
La fachada es de sillería con diferentes elementos labrados en piedra. La puerta principal se encuentra en la portada central y dispone de un dintel adovelado flanqueado por cuatro pilastras. El friso es liso pero la cornisa está decorada con dentículos en el borde inferior. El cuerpo superior de la iglesia cuenta con una hornacina central enmarcada por otras cuatro pilastras. El remate de la fachada consiste en un friso decorado con pináculos y, en línea con el eje central marcado por la portada, se encuentra una espadaña a modo de coronamiento. El campanario, adosado a la iglesia, también está construido en sillería.
El templo conserva un considerable número de piezas de orfebrería, ornamentos y restos de altares y el retablo de la Virgen de la Esperanza, bella muestra del gótico internacional, procedente de la ermita de esta devoción.
Torre de la Fonteta
La Torre de La Fonteta, llamada también la Torre o Torre de los Blanco, se encuentra en la calle Sant Pau, y fue construida en el siglo XVI. Debe su nombre a la proximidad a una fuente, en el antiguo camino de Valencia. Se trataba de una torre defensiva de los huertos adyacente y del castillo, del cual estaba exenta a unos 50 mts del mismo.
Con anterioridad, la torre perteneció a la familia Fuster, que tuvo algunos miembros relevantes como el Arzobispo de Sacer, Don Gaspar Fuster y Vidal; Don Manuel Fuster Membrado, escritor y residente en Valencia, que era primo hermano del Arzobispo Don Gaspar y Don Ramón de Pedro y Fuster, Caballero Maestrante de Valencia y de la Flor de Lis de Francia, quien fue un conocido escritor y genealogista.
Por su construcción se trata de una torre de planta cuadrada, aunque fue ampliada posteriormente hasta tener la actual planta rectangular. La fábrica de los muros es de mampostería con refuerzo de sillares en las esquinas. La cubierta es presenta una sola pendiente rodeada de pináculos a modo de merlones en tres de sus frentes, de modo que la fachada posterior queda formando el tejado un pequeño alero.
La pequeña puerta de entrada tiene una gran ventana a su lado izquierdo con verja de forja. Existen más ventanas pequeñas en los pisos superiores, quedando reflejadas las sucesivas ampliaciones en la fachada posterior. En la estructura primitiva se origina una galería que remata la fábrica, de estilo renacentista, que imita la tradición catalano-aragonesa a partir del siglo XVI.
Ermita del Calvari
El Calvario de Albocàsser se encuentra junto a las últimas casas del pueblo en la barriada del Raval Alt, en la parte noroeste del casco urbano. De origen dieciochesco, tanto los casalicios como la capilla fueron seriamente dañados durante la Guerra Civil. La ermita quedó semiderruida hasta finales del siglo pasado, cuando Calvario y templo fueron restaurados.
El amplio terreno que la circunda está cercado por muro de obra y contiene las estaciones del Vía Crucis (con paneles de cerámica alcorina de 1945) escoltadas por cipreses. Del templo cuadrangular, con altos muros blanqueados, destaca la portada de sillería de buena calidad labrada y su cúpula de tejas sobre tambor. El interior está presidido por una talla de Cristo Crucificado, realizada en 1939.
Ermita de San Pere Mártir
La ermita dedicada a San Pedro de Verona se encuentra a unos 500m de la población, en el antiguo camino de Benassal o Camí Vell de Sant Pau. El templo data de la segunda mitad del siglo XV y poseía una sacristía añadida en el siglo XVIII, hoy desaparecida. En 1568 el obispo de Tortosa autoriza a que se celebren en ella misas cantadas.
Se trata de un pequeño templo caracterizado por su pórtico lateral paralelo abierto a ese lado y a la fachada. Este porche tiene poyo corrido y en su interior se han dispuesto mesas de madera con bancos, al igual que en el exterior, donde existe una pequeña zona recreativa. La puerta se abre en arco de medio punto con elegantes dovelas. Sobre ella, remata la cornisa una espadaña de ladrillos con campana. El interior (restaurado en 1994) es una pequeña nave única rectangular con cubierta plana de madera apoyada en ménsulas. Presidía un retablo con imagen del titular, perdido durante la Guerra Civil, sustituido ahora por otro de factura moderna.
Su festividad es el 29 de abril, pero Albocàsser la celebra el último domingo de ese mes. Es antigua tradición visitar ese día la ermita en romería, donde se bendice el romero que después se dispone formando cruces en los campos en petición de buenas cosechas.
Ermita Santos Juanes
También conocida como Ermita de San Juan, está dedicada a San Juan Bautista y a San Juan Evangelista, esta ermita fue construida extramuros del pueblo, aunque con el desarrollo posterior ha quedado rodeada de viviendas modernas.
Fue mandada edificar a finales del siglo XIII por el fundador de la villa, Joan Brusca. Su sencillez exterior no oculta su valor histórico. La planta es rectangular, cubierta de tejas a dos aguas y hastial truncado por una espadaña para la campana, un añadido muy posterior. La fachada muestra mampostería y sillares en las esquinas. La puerta principal, bajo unas ménsulas pétreas, es de medio punto con dovelas que muestran motivos antropomorfos labrados. Existe una puerta lateral de factura similar pero sin decoración alguna.
Posee una nave única con techumbre de madera soportada por arcos apuntados que apoyan en pilastras con capitel y la dividen en cinco pequeños tramos. Una estrecha aspillera se abre en la cabecera del ábside y otra en el lado de la epístola. El templo conserva varias joyas: el sarcófago de piedra de Joan Brusca, algunas tablas góticas y, sobre todo, el valioso retablo dedicado a los Santos Juanes realizado por Pere Lembrí a principios del siglo XV.
Ermitorio de Sant Pau
El ermitorio dedicado a San Pablo Apóstol es el más importante de la población y uno de los más conocidos y visitados de la comarca. Se halla a unos 3 km de Albocàsser, en el cruce entre la CV-15 a Castellón y la CV-166 a La Torre d’En Bessora y Culla. Históricamente, fue un concurrido cruce de caminos y obligado paso de rebaños ganaderos, lo que lo convirtió en un lugar que facilitó su fama como santuario.
El hallazgo de restos romanos ha apoyado la leyenda de la presunta estancia del apóstol en estas tierras, aunque sin ningún fundamento histórico. Más popular es la tradición que relata que en el siglo XVII el santo se apareció en este paraje a unos hombres tullidos que se bañaban en una charca fangosa; su intervención milagrosa hizo que las turbias aguas quedaran limpias y los enfermos sanos.
A raíz del milagro se construyó la iglesia, terminada a principios del siglo XVII. En 1687 fue profundamente reformada y en 1690 el pintor Vicent Gulló decoró su interior. Las obras de la hospedería, por su parte, concluyeron en 1617 aunque en el siglo XVIII se amplió con dos salas porchadas laterales. El ermitorio adquirió gran fama, siendo visitado por personajes ilustres y recibiendo numerosos privilegios. Durante la Guerra Civil sufrió graves daños y entró en una época de abandono, hasta que a finales del siglo pasado se acometió una profunda restauración. Fue declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional en 1979.
El santuario se ubica en un bello paraje, a la sombra de frondosos árboles y formando un notable conjunto arquitectónico. Por una arcada cubierta por una anciana hiedra penetramos en la amplia explanada que delimitan la iglesia, la hospedería adjunta y dos cuerpos laterales porticados. En medio se halla el pozo cuyas aguas purificó San Pablo, según la leyenda. Las dependencias anexas disponen de corrales y establos para las caballerías y grandes salones para los visitantes. En el piso superior existe una sala decorada con escenas bíblicas y de la vida de San Pablo, en una curiosa técnica monocroma que la tradición atribuye a unos misteriosos peregrinos que las realizaron en una sola noche, aunque podrían ser obra del propio Vicent Gulló. En el albergue también son interesantes las escaleras de factura gótico-catalana, el artesonado de los techos y el patio interior con saliente alero de madera.
A pesar de la grandiosidad del conjunto, la ermita es un templo de reducidas dimensiones con fábrica de mampostería y refuerzos de sillares. En su sencilla fachada destaca una espadaña de factura más, el óculo redondo en el frontón y la puerta de aire románico con grandes dovelas y una hornacina vacía.
Su interior es de nave única sin capillas laterales y con bóveda de crucería cuyos nervios apoyan en ménsulas decoradas con relieves. Posee coro alto a los pies con barandilla de madera y púlpito fechado en 1608. La joya de la capilla es el presbiterio, profusamente decorado con las pinturas realizadas por el maestro de Vinaròs Vicente Guilló entre 1687 y 1690. Estos frescos representan, con gran colorido, escenas de la vida de San Pablo. La ermita conservaba una reliquia de los huesos de San Pablo en un valioso relicario, desaparecido en la Guerra Civil y sustituida por otra procedente de su sepulcro.
Albocàsser celebra romería a Sant Pau el tercer día de Pascua de Pentecostés, con misa en la ermita, comida en el paraje y bailes populares. Los vecinos de La Torre d’En Bessora peregrinan el miércoles previo a la Pascua, y antiguamente lo hacían también los marineros de Vinaròs. Otro día grande es el 29 de junio, cuando los terrenos de alrededor sirven de escenario para una feria anual de ganado, conocidísima cita comarcal del pasado y que todavía atrae a numerosos visitantes.
